La vida no es más que un pelo. La vida, definitivamente, es un pelo. Uno que no pertenece a una cabeza, a un pecho o a un pubis. Un pelo que pertenece al viento. Un pelo que puede ir bien o que puede ir mal, que puede permanecer mucho tiempo atascado, varado en una superficie rugosa y adherente similar a una camisa, pero que tarde o temprano seguirá hacia delante. Porque un pelo no es más que una historia, y las historias avanzan. Muchas hacen elipsis. Muchas, de un párrafo a otro, se saltan diez años en la narración. Diez años de camisa. Pero siempre continúan. Siempre. Y siempre, a merced del viento.
Al final todos somos historias, haz de la tuya una buena.
Y cuídate el pelo, cabronazo, que tienes antecedentes de calvicie en tu familia paterna.
Sube videos ya. Primer aviso
ResponderEliminarAcabarás como mi gerente alopécico si no te cuidas el pelo. (29 tacos y se tiene que rapar porque las entradas le dan la vuelta a su cabeza...)
ResponderEliminar